sábado, 22 de octubre de 2011

Como Comenzar Cada día con Dios


Cierto día me invitaron a pasar unos pocos días en una
reunión con un grupo de estudiantes de Medicina en la
Universidad Loma Linda, ¡una experiencia tremenda! Con
sus cerebros que no cabían en sus cabezas, reventando de
inteligencia, esos estudiantes de Medicina venían de
trinchar cadáveres, ¡bien preparados para empezar a
disecar al orador!
Después que durante varias reuniones hube tratado de
compartir una comprensión de verdades espirituales, uno de
los estudiantes me entregó una pregunta escrita. Decía así:
"Apreciado predicador: Por favor, díganos cómo vivir la
vida cristiana. Dénos algo práctico, realista, sustancial, no
este asunto de estudio de la Biblia, oración y testimonio".
Bien, algunos de nosotros no pensamos con rapidez, pero
sí largamente. Después de mirar el cielo raso esa noche por
horas, la mejor respuesta que pude encontrar fue algo como
lo siguiente: "Apreciado doctor: Por favor, díganos cómo
vivir una vida sana. Díganos algo práctico, realista,
sustancial, no este asunto de comer correctamente, respirar y hacer ejercicio".

Tal vez usted haya oído estos versos:
Los seis mejores médicos de cualquier parte, y
nadie puede negarlo,son la luz del sol, el agua, el descanso y el aire, ejercicio y una buena alimentación.
Con alegría estos seis serán sus amigos, sólo si usted está dispuesto a ello. Ellos curarán sus males y atenderán
sus achaques, y no le cobrarán un centavo.Lo que hemos dicho es cierto tanto en la vida física como en la espiritual. Ninguno que descuida los principios básicos será sano física o espiritualmente. Ninguna pildora o tratamiento o cirugía pueden sustituir "la luz del sol, el agua, el descanso, el aire, el ejercicio y la alimentación". Y
ninguna penitencia o ceremonia o cumplimiento del deber
pueden reemplazar los equivalentes espirituales de los
remedios naturales citados.
Ya hemos mencionado el aire, la alimentación y el
ejercicio. ¿Qué diremos de la luz del sol? Jesús es llamado
el "Sol de justicia" (Malaquías 4:2). ¿Agua? Jesús dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" (S. Juan 7:37).
¿Descanso? En San Mateo 11:28, Jesús extiende la
invitación: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar".
¿Cómo aprovechar el Sol de justicia, el Agua de vida y el
descanso que se nos ofrecen? La respuesta la encontramos
en el contexto, ¿no es verdad? Recibimos estas cosas
acudiendo a Jesús.
¿Cómo, entonces, acudimos a Jesús? Se nos invita a ir a él,
pero no podemos verlo con nuestros ojos u oírlo con nuestros oídos. No tenemos la ventaja que tuvieron sus primeros discípulos de pasar tiempo con él personalmente. A veces, particularmente los jóvenes encuentran difícil relacionarse con un Dios a quien nopueden ver u oír o tocar. Pero los métodos para acudir a Cristo hoy en día y para tener compañerismo y comunión con él, son los mismos por los cuales nos comunicamos con cualquier persona.
Si usted quiere conocer a alguien, ¿qué es lo que hace?
Primeramente, debe hablar con él. En segundo lugar, debe
escucharlo cuando le habla. Y finalmente, deben ir juntos a diferentes lugares y hacer cosas juntos. Trabajando juntos, viajando juntos, y desarrollando intereses comunes, llegan a conocerse mejor.
Si usted quiere conocer a Dios, debe usarlos mismos
métodos. En el estudio de su Palabra, que es llamada el
"Pan de Vida", usted puede oír cómo él le habla. La oración, que ha sido llamada "el aliento del alma", es la manera como usted le habla a Dios. Y el "ejercicio" del servicio y el testimonio cristianos es la forma de ir con él a diferentes lugares y de hacer cosas juntos. Es así de simple.
Conociéndolo a él, acudiendo a él día tras día, recibimos el don de la vida eterna. "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (S. Juan 17:3).

CONTINUARA...

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